Si vas a invertir en sábanas de calidad, una de tus prioridades es sin duda mantenerlas impecables. Incluso los mejores tejidos pueden, si no se tratan adecuadamente, sufrir el desgaste del uso repetido. Sin embargo, si tienes un buen producto, es relativamente sencillo asegurarse de que conserve sus mejores características durante mucho, mucho tiempo. A continuación te explicamos cómo puedes conseguirlo.
1 - Si te maquillas, asegúrate de quitártelo antes de acostarte
De hecho, es un buen consejo para el cuidado de la piel. Casi todos los maquillajes incluyen emulsionantes y espesantes en su composición. Esto significa que, aunque no deje marcas visibles, el maquillaje residual atrapa los aceites y se mezcla con el tejido, facilitando los procesos químicos que acaban amarilleando tus sábanas.
2 - Si manchas tus sábanas, límpialas inmediatamente
Ni siquiera hay que lavarlas. Basta con coger un paño de limpieza, o una esponja, y una pequeña cantidad de líquido lavavajillas, y atacar las pequeñas manchas inmediatamente. El líquido lavavajillas es, en esencia, un tensioactivo, lo que significa que rompe la tensión entre los sólidos. Esto significa que evitará que la suciedad permanezca, pero no funciona bien si la tela ya se ha manchado mientras tanto. Si actúas con rapidez, es posible que no tengas que quitar las sábanas.
3 - Lavar las sábanas (más) regularmente
Puede parecer una recomendación obvia, pero lo cierto es que las sábanas blancas deben lavarse con más frecuencia que otras. Lo ideal es una vez a la semana. Siempre dejas mucho de ti mismo en las sábanas mientras duermes: sudor, piel muerta... Todo esto se elimina en el lavado, por supuesto, pero si dejas que se acumule, las sábanas blancas empiezan a amarillear. Este amarillamiento puede eliminarse, pero más vale prevenir que curar.
4 - No utilices lejía
Parece una buena idea. Al fin y al cabo, la lejía deja el tejido blanco. El problema radica en que el amarillamiento de las sábanas blancas está causado por manchas de origen proteico. El blanqueador de cloro reacciona de forma diferente a las proteínas que a otros elementos y esto hará que las manchas sean aún más amarillas. Existen en el mercado blanqueadores adecuados para las sábanas blancas. Se pueden encontrar en cualquier supermercado. El vinagre, la sosa o la soda cáustica también funcionan bien.
5 - Déjalo secar al aire, si es possible.
Esto no afecta directamente al color, pero es muy decisivo. Las secadoras son agresivas con el tejido y el secado al aire hará que sus sábanas parezcan más cómodas y nuevas durante mucho más tiempo. Un tejido desgastado puede ser técnicamente tan blanco como uno nuevo, pero no lo parecerá a simple vista.
