¿Cómo puedes estar seguro de que tus sábanas están libres de sustancias químicas nocivas? Pues bien, OEKO-TEX® examina todo el proceso para asegurarse de que se sigue la norma correcta, y nosotros estamos certificados.
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La producción de ropa de cama consta de varias etapas, desde la extracción de las materias primas hasta el acabado de los productos listos para usar. Para conseguir la certificación STANDARD 100 de OEKO-TEX®, cada paso debe superar pruebas de sustancias nocivas realizadas por organizaciones independientes. Esto es bueno, ¿verdad? Significa que hay una protección efectiva del consumidor.
Sí. ¿Pero qué pasa con las empresas con las que trabaja?
Esta certificación solo puede obtenerse si todos los componentes de un producto final cumplen los criterios exigidos. Se trata de hilos, tejidos, materiales acabados o teñidos, accesorios (como botones, cremalleras y entretelas), material externo, material de costura, estampados y revestimientos. Por lo tanto, todos nuestros socios de producción también tienen que estar certificados.
A menudo, la empresa responsable de cada etapa del proceso envía muestras de lo que se produce en cada momento para su análisis. Como sistema internacional, OEKO-TEX® es capaz de realizar pruebas en cualquier lugar del mundo, teniendo en cuenta las diferentes directivas medioambientales vigentes en los países implicados en la producción textil.
¿Se analizan todos los productos de la misma manera?
Nuestra ropa de cama está clasificada en la clase I, así como la ropa interior, los monos y los juguetes de peluche. Se trata de textiles y juguetes de tela para bebés y niños pequeños de hasta tres años.
Los criterios se basan en el uso de los productos. Por lo tanto, cuanto más intensamente entra un producto en contacto con la piel, mayores son las exigencias ecológicas y humanas. Existen otras tres clases, que incluyen (II) los textiles cuya gran parte de la superficie entra en contacto con la piel, (III) los textiles que no entran en contacto directo con la piel, o lo hacen en poca medida, y (IV) los materiales de mobiliario con efectos decorativos.
¿Qué busca OEKO-TEX®?
Con una base científica uniforme detrás, la calificación OEKO-TEX® STANDARD 100 tiene en cuenta importantes reglamentos y requisitos legales, así como una multitud de sustancias químicas nocivas y clases de sustancias ecológicamente relevantes en sus análisis, a menudo superando las normas nacionales e internacionales.
La prueba se basa en la liberación de sustancias nocivas de los materiales de prueba, teniendo en cuenta todas las posibles formas en que pueden ser absorbidas por el cuerpo humano, como por vía oral, a través de la piel o por inhalación. Esto es realmente importante, ya que existe un posible contacto con la piel y un posterior riesgo de absorción a través de la misma.
Después de analizar cada paso del proceso e identificar las fuentes potenciales de sustancias problemáticas, el sistema OEKO-TEX® puede eliminar la fuente y luego recomponer o modificar químicamente el material.
Al estar en la misma clase que los materiales para bebés y niños pequeños, también se realiza una prueba adicional de solidez del color mediante una simulación de succión con saliva sintética y una solución de transpiración. Además, también se analizan los olores atípicos.
En resumen, es necesario examinar las opciones del mercado para asegurarse de que se está comprando ropa de cama segura.
