Una buena noche de descanso es uno de los elementos más infravalorados de una rutina saludable. Aquí discutimos los enormes beneficios de una noche de descanso saludable. Ahora, aquí está nuestra guía útil sobre cómo lograr un sueño reparador, cómodo y beneficioso.
1. Enséñela a tu cuerpo una rutina
Nuestro cuerpo se adapta. Es una máquina altamente sofisticada que puede acostumbrarse a muchas circunstancias diferentes. Sin embargo, cuanto más acostumbrado esté a una rutina, mejor mejorará sus procesos dentro de estos parámetros. Esto tiene varios significados. Primero, es importante mencionar la importancia de regularizar las horas de sueño. Acuéstate a la misma hora y levántate a la misma hora siempre que sea posible, incluso si eso significa no dormir el fin de semana. Puede sonar horrible, pero le enseñará a tu cuerpo las horas para desconectarse. Esto te ayudará a conciliar el sueño tan pronto como tu cabeza toque la almohada, en lugar de pasar 45 minutos dando vueltas. También es importante ser inteligente con las siestas. No hay nada de malo en una siesta vigorizante, pero es importante que no te metas con los horarios normales de sueño.
2. Cuidado con la luz
La luz es un indicador natural para que tu cuerpo esté alerta. Esto significa que es tu mejor amigo al despertar y estar despierto, y tu peor enemigo cuando te acuestas. Disfruta de la luz del sol por la mañana, incluso si es molesto cuando te despiertas. Añadirá energía extra a tu sistema y evitará esa sensación de somnolencia. A la inversa, asegúrate de que las luces estén bajas por la noche. No permanezcas en habitaciones bien iluminadas cerca de la hora de irte a dormir. Y, lo más importante de todo, evita los dispositivos retroiluminados, como teléfonos celulares o computadoras, una o dos horas antes de acostarte. Apágalos y coje un libro.
3. Ejercicio y dieta saludable
Este, por supuesto, es un buen consejo en general. Se aplica a todo. Pero hay algunas formas de optimizar lo que colocas en tu cuerpo y cómo haces ejercicio para asegurar un descanso saludable. Hay algunas cosas que debes evitar tomar, las horas antes de acostarte. El alcohol, los alimentos grasos y el exceso de líquidos pueden afectar terriblemente la calidad del sueño, provocando pesadillas, reflujo ácido y visitas al baño en medio de la noche.
Asimismo, se debe practicar ejercicio durante algún tiempo antes de acostarse. Aumenta la temperatura corporal y la producción de cortisol y acelera el metabolismo. Todas estas son cosas que te cansan, lo cual es bueno. Pero también mantienen tu cuerpo alerta durante un tiempo, por lo que deben realizarse en el momento adecuado. También vale la pena mencionar que incluso el ejercicio ligero, como un paseo relajado, tiene un impacto positivo en la calidad del sueño.
4. Aprende a engañar a tu cuerpo
Como mencionamos al principio de este artículo, tu cuerpo recuerda las rutinas, las cuales ayudan tremendamente a tener resultados. Muchas personas tienen rituales que pueden parecer tontos o inútiles, pero que ayudan a entrar en el espacio mental deseado al integrarse en una rutina. La superestrella del baloncesto Michael Jordan usó el mismo par de pantalones cortos debajo de su atuendo en cada juego, porque lo ayudó a sentirse competitivo. Hay escritores que escriben descalzos, porque les ayuda a concentrarse. Las actividades en sí mismas no son lo esencial, por supuesto, es la repetición lo que las hace funcionar. Entonces, encuentra algo que te funcione a ti. Tal vez sea leer un capítulo de una novela. Tal vez sea dar un paseo por tu vecindario. Encuentra algo que funcione y repítelo hasta que se integre en tu vida diaria.
5. Perfecciona tu entorno de descanso
El lugar donde te acuestas a dormir es fundamental para conseguir el descanso que necesitas. Una cama cómoda, una habitación tranquila y, sobre todo, una buena almohada y ropa de cama de calidad. Uno de los aspectos más subestimados del buen descanso es la ropa de cama. Esto es sorprendente, porque es bastante obvio cuando lo pensamos. Casi cada centímetro de tu cuerpo está en contacto directo con las sábanas. Es el factor decisivo para que tu piel le diga a tu cuerpo que es segura. Ayuda a controlar la humedad y la temperatura, que son fundamentales.
Entonces, si estás decidido a mejorar tu descanso, esta es la recomendación más importante: invierte en ropa de cama de calidad. ¡Y aquí te podemos ayudar!
